Hay muchos platos saludables que los niños no comen porque no están familiarizados con los ingredientes, acercarlos a la cocina ayuda a que ellos conozcan de dónde provienen y qué beneficios tienen.
Al manejar los alimentos, los pequeños además se ejercitan en medir, contar, leer y seguir instrucciones. También reforzarán la creatividad, el trabajo en equipo, así como entender la importancia de ayudar en las tareas de la casa.