Las despedidas
La separación de un niño pequeño de su adulto significativo puede provocar mucha ansiedad expresada con llantos muy fuertes. Esto es más común entre los 1 y 3 años aproximadamente. Por esta razón, al padre, madre o cuidador le cuesta despedirse. A veces, preferimos salir a escondidas para evitar que pasen un mal momento, pero esa no es la mejor alternativa.