Desarrollo emocional de los niños en época de pandemia

El Ministerio de Salud del Perú, Minsa,  en su estudio ‘Salud Mental en la Niñez y Adolescencia en el Contexto de la COVID-19’ indica que alrededor del 30 % de los niños, niñas y adolescentes de 2 a 17 años tienen riesgo de presentar alguna dificultad de tipo emocional, conductual o atencional. Estas cifras son entendibles porque la cuarentena para los niños ha sido más prolongada que para el resto de la población y  son ellos los que hasta la fecha continúan teniendo sus relaciones sociales y familiares muy limitadas.

 Por eso hoy queremos hablar sobre cómo promover el desarrollo emocional de nuestros niños en el contexto de emergencia sanitara que vivimos. 

 El desarrollo emocional hace referencia al proceso por el cual el niño construye su identidad, su autoestima, su seguridad y la confianza en sí mismo y en el mundo que lo rodea, a través de las interacciones que establece con su entorno. Gracias a este proceso el niño puede aprender a distinguir sus emociones, identificarlas, manejarlas, expresarlas y gestionarlas.  El desarrollo emocional  es un proceso continuo y permanente que debe darse tanto en la casa como en la  escuela. En la situación que atravesamos, la responsabilidad de este desarrollo emocional recae, básicamente, en la casa.

 ¿Qué podemos hacer los padres y madres?

 Tres recomendaciones básicas:

1.- Creemos espacios donde puedan expresar sus emociones. Compartir los sentimientos es importante para que se puedan ir procesando todo lo que van experimentando. Los niños pequeños a veces lloran o se enfadan porque no son capaces de poner en palabras lo que les está pasando. Nuestro papel como padres y madres es ayudarles a identificar la emoción y llamarla por su nombre. Empatizar con esa emoción, decirle por ejemplo “Entiendo que te sientas…… yo también me sentiría así en tu lugar”. Debemos recordar que expresar emociones no es malo, pero debemos saber cómo expresarlas. Por ejemplo, enojarse porque no le sale el dibujo como quisiera, no es malo, pero si ese enojo se transforma en rabia y producto de esa rabia le pega a alguien, no es correcto.

 

2.– Participar de las decisiones familiares, les hará tener más seguridad y confianza y podrán asumir con mayor facilidad los pactos y acuerdos. Podemos permitirles tomar pequeñas decisiones, dependiendo de la edad que tengan. Por ejemplo, para almorzar le damos a elegir entre 2 platos que se puede preparar o si vamos a ver una película, le podemos dejar que escoja.

 

3.- Proveer espacios de juego seguro y, de ser posible, de socialización con un grupo pequeño de niños de la misma edad. Fomentar encuentros virtuales con sus amigos y amigas, videollamadas con la familia y amistades. Esto es muy importante porque los niños llevan más de 1 año confinados total o parcialmente y durante este tiempo, los niños/as han dejado de ejercitar habilidades sociales cotidianas que tienen que ver con la interacción con los otros niños, por lo tanto, les está costando conectarse, socializar y entrar en la dinámica de juego.

 Recuerda, nuestros niños adolescentes están en una edad donde las interacciones sociales son muy importantes para su desarrollo emocional, de ello dependerá que dentro de algunos años tengamos adultos mentalmente sanos . La pandemia nos obliga a replantear constantemente de qué manera seguimos proporcionándole  nuestros hijos esas relaciones sociales y espacios de juego que necesita.

 

 

Carmen Solís

Psicóloga Psicoterapeuta

 

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