¿Qué hago si mi hijo ha desaprobado cursos?

Vivimos en una sociedad exitista, donde el que tiene éxito es feliz. Existe la ilusión que quien tiene mejores notas, le  va a ir mejor en la vida (va a tener un mejor trabajo o mejor sueldo y vivirá una vida más tranquila y feliz), crecimos con esa creencia y, sin querer, se la transmitimos a nuestros hijos.  Por eso, uno de los mayores temores a estas alturas del año, tanto para los niños/as, adolescentes y sus padres es desaprobar los cursos. Si este es tu caso, te invito a mirar el panorama completo: ¿A qué responde que nuestro hijo no haya conseguido los objetivos del año? ¿Hubo algún suceso familiar que lo afectara emocionalmente? Pérdidas, divorcio de los padres, maltrato, enfermedades, bullying….  ¿Ese colegio es para mi hijo? Tal vez son demasiados alumnos por aula, o muy pocos; le dan más énfasis a las ciencias o a las artes o a los deportes y son esas las áreas en las que mi hijo tiene menos facilidades y por lo tanto, se le está haciendo tan difícil rendir, como se espera que lo haga.

Por lo general se juzga y califica negativamente al niño/a que tuvo un bajo rendimiento académico. Se lo tilda de ocioso, vago, distraído, desinteresado, sin ver el panorama completo y analizar este resultado desde todos los ángulos. Lo lamentable de esto es que el niño crece con esta etiqueta y termina creyéndose que él es así, afectando seriamente su autoconcepto. El resultado de esto muchas veces es adultos inseguros, con una autoestima baja y problemas en sus relaciones personales.

Los padres debemos comprender que este año ha sido particularmente difícil para los estudiantes, porque no solo han tenido que ponerse al día en lo que no pudieron aprender virtualmente, sino que han debido volverse a adaptar a una presencialidad diferente a la que conocían antes de la pandemia. Muchas escuelas hicieron planes para recuperar lecciones con el fin de ayudar a los estudiantes a que se nivelen. Si tu hijo no tuvo este periodo de adaptación, o apoyo adicional en casa, y a estas alturas del año se le está haciendo muy difícil ir a la par de su grupo, apóyalo, no te conviertas en una fuente más de estrés, ayúdalo a establecer rutinas relacionadas con la escuela y el trabajo escolar, contacta con el profesor o tutor.

Recuerda, el rendimiento académico no debe calificar a tu hijo, tampoco debe definirte a ti como buena o mala madre o padre. Libérense de la culpa, analiza la situación en su total dimensión y tomen acciones de mejora de cara al siguiente año.

 

 

Carmen Solís

Psicóloga Psicoterapeuta

Directora de ReCreo

 

 

 

 

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