La semana pasada te contamos qué era el apego, los tipos de apego que existen y por qué es importante criar a nuestros peques con apego seguro Léelo aquí. Si te quedaste con la pregunta ¿Y ahora cómo hago? Este post es para ti.
Podríamos resumir todo en tres palabras: Empatía, sensibilidad y disposición. Son estos ingredientes los que van a permitir construir un correcto tipo de apego. Reconocer las necesidades de nuestro peque y satisfacerlas a lo largo de su infancia es, sin duda, la mejor receta para promover el vínculo sano.
ALGUNAS PAUTAS:
- Disponibilidad y sensibilidad. Desde el principio tu bebé debe saber que pase lo que pase, sea cual sea la situación, estás disponible, sabes interpretar lo que necesita y respondes de manera satisfactoria.
- Permanece cerca. La proximidad física favorece el vínculo de apego con el bebé. Al principio te necesita cerca para percibir cariño, sentirse seguro y protegido. Esto no significa que haya que estar siempre a su lado, pero sí pasar con él o ella muchos ratos todos los días.
- Acompáñalo a descubrir lo que le rodea, demostrándole que te interesa lo que hace. Para tu bebé, lo más importante es tener tu atención y sentir que es importante para ti.
- Aprovecha las rutinas diarias como la comida, el baño, el momento de vestirse o el juego para disfrutar juntos y demostrarle tu cariño.
- Sé expresivo/a, abrázale, acaríciale y dile cuánto lo/la amas. Míralo/a a los ojos y háblale cálida y cariñosamente.
- Evita la sobreprotección. Tener un apego seguro con tu hijo/a no implica que estén en una burbuja. Deja que explore a su alrededor, que se dé cuenta de las cosas que puede hacer sin ayuda.
- No temas cogerlo en brazos. El contacto, piel con piel transmite amor y seguridad. No lo vas a mal acostumbrar por cargarlo
- Ten expectativas adecuadas a su nivel de desarrollo. Saber qué comportamientos son típicos de cada edad te permitirá saber qué puedes esperar de él o de ella, qué estímulos le puedes ofrecer y qué límites le puedes plantear.
- Comprende que tu peque es único. Aunque conozcas el desarrollo normal de todos los bebés, tu hijo o hija tiene una personalidad y unas características propias y únicas. No te centres solo en saber cómo es un bebé “de su edad”, preocúpate más en saber cómo es “tu” bebé. Conocerle bien te permitirá responder mejor a sus necesidades.
En resumen, lo más importante es que establezcas con tu bebé una relación de cariño y cercanía que le dé confianza y seguridad, que respondas a sus necesidades, que le expreses tu cariño, que le consueles cuando lo necesite y te asegures que disfruta con tu compañía.
*Imagen extraída de internet
Carmen Solís